viernes, 31 de agosto de 2007

Escuchar textos en el ordenador

Los sintetizadores de voz que hablan automáticamente el texto copiado al portapapeles de Microsoft Windows son una realidad desde hace tiempo. Lo que resulta llamativo son las mejoras que se han producido en la calidad de las voces y el abaratamiento de los programas que lo hacen. Un sintetizador de voz puede convertirse en una herramienta muy útil para un disléxico por lo que puede significar la facilitación del trabajo de la lectura de un texto frente a un ordenador. Entre los muchos existentes, hemos evaluado dos, por la calidad de voz y su precio bastante asequible: DigitPC y SodelsCot.
Digit lee cualquier texto copiado al portapapeles de Windows con una voz que, aunque sintética, se encuentra bastante conseguida. Puedes bajarte una versión de evaluación del programa por 15 días. Su precio es de 29 dólares USA.
SodelsCot ofrece, además, otras interesantes aplicaciones: grabar documentos o libros electrónicos en ficheros de audio (wav o mp3); diccionario para personalizar la pronunciación de abreviaturas o determinadas palabras, y puede utilizar voces de otros fabricantes en cualquier lengua (Loquendo, Cepstral, AT&T o NeoSpeech). En la página web vienen ejemplos de los diferentes tipos de voz. La versión de evaluación es de 7 días, y su precio es de 31,95 euros la versión standard. La versión empresarial, con voces Loquendo, cuesta 139 euros.
Tanto la edición Estándar como la Empresarial pueden utilizar voces en otras lenguas de IBM y voces de otros fabricantes compatibles con SAPI5 (Speech Application Programming Interface) siempre que el equipo tenga instalado SAPI5. En Windows XP ya viene instalado y para otros sistemas puede descargarse desde la propia página de SodelsCot. Las voces Cepstral, AT&T o NeoSpeech proporcionan voces compatibles con SAPI5 y se pueden comprar por separado desde los enlaces que ofrece la propia página web. También se ofrecen demostraciones interactivas de las mismas.

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lunes, 6 de agosto de 2007

Dislexia y TDA (TDAH)

Se sabe desde hace tiempo que la dislexia y el Trastorno por Déficit de Atención (TDA) con o sin Hiperactividad (TDAH) tienen mucho en común. Ambas entidades pueden darse en una misma persona con una frecuencia mayor de lo que cabría esperar, es lo que se denomina comorbilidad. Diferentes autores estiman esta frecuencia de asociación hasta en un 50% de los casos. Aunque se trata de entidades diferentes, hay un solapamiento en cuanto a las posibles manifestaciones de las mismas que hace muy difícil su interpretación desde un punto de vista neurobiológico. Si bien ambas entidades presentan un importante componente hereditario, las bases genéticas de ambos procesos resultan ser muy diferentes, hasta donde sabemos actualmente. Pero además, el fenómeno de comorbilidad se puede presentar añadido a otros procesos como la dispraxia o el trastorno específico del lenguaje, lo que complica aún más su interpretación.



Las técnicas más recientes de estudio funcional del cerebro humano empiezan a dar algo de luz al respecto, pero aún estamos muy lejos de conocer todo lo referente a estos procesos. En los casos más típicos, la dislexia se pone de manifiesto cuando un niño con déficit de atención con hiperactividad es tratado farmacológicamente por su proceso.

Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad

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