jueves, 26 de marzo de 2009

El Senado aprueba la moción de dislexia

Ayer, la Comisión de Educación, Política Social y Deporte del Senado ha aprobado por unanimidad la moción del Grupo Parlamentario Popular por la que se insta al Gobierno a promover un acuerdo con las Comunidades Autónomas para la realización de un estudio a nivel estatal, con el objetivo de identificar a los alumnos con dislexia escolarizados en centros educativos, analizar su situación y estudiar propuestas de intervención en el ámbito escolar. La noticia, que veníamos siguiendo desde hace algún tiempo y a la que hacíamos referencia en la entrada anterior, es un motivo de alegría y esperanza para la comunidad disléxica, que ve así refrendadas sus demandas al Gobierno, con el apoyo unánime de todos los Grupos Parlamentarios en el Senado. La iniciativa de la senadora Mª José Nicolás Martínez recoge, además, la elaboración de un Plan de Formación del profesorado de primaria y secundaria con el fin de adoptar estrategias metodológicas adecuadas para estos alumnos e introducir materiales de trabajo que faciliten el aprendizaje de los disléxicos.
Las Asociaciones de Dislexia de España han apoyado esta moción desde el primer momento y han llevado a cabo una importante labor de contacto con los diferentes Grupos Parlamentarios de las diferentes Autonomías del Estado para darla a conocer y recabar los apoyos necesarios para su aprobación, como así ha sido.
No cabe la menor duda de que hoy es un gran día para la dislexia en España y para los disléxicos representados por sus diferentes asociaciones. Si embargo, hay que hacer una llamada a la prudencia porque la aprobación de esta moción, de difícil aplicación desde un punto de vista técnico, no significa que estén ya resueltos los problemas para este colectivo. Ahora le toca al Gobierno mover ficha.
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lunes, 23 de marzo de 2009

La dislexia regresa al Senado

Llevamos desde el mes de noviembre pasado siguiendo la noticia de la moción por la que se insta al Gobierno a la adopción de determinadas medidas en relación con la educación de los alumnos con dislexia (661/000148), presentada por la senadora del Grupo Parlamentario Popular Mª José Nicolás Martínez. El texto de la moción podéis encontrarlo aquí, en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, en la página 30.
Tal y como se anuncia en la agenda semanal de la página web del Senado, está anunciado para el miércoles día 25 de este mes a la 16 horas, la reunión de la Comisión de Educación, Política Social y Deporte en la que se debatirá y votará la moción mencionada.
Ahora que la dislexia regresa al Senado cuatro años después del trámite parlamentario que supuso la aprobación de la L.O.E., deseamos que esta iniciativa tenga el calado necesario para que el Gobierno de España tome las medidas lógicas y adecuadas para el desarrollo efectivo de la Ley Orgánica de Educación.

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sábado, 14 de marzo de 2009

Descifrando el origen de la dislexia

Un estudio publicado on-line el 12 de marzo (hace dos días) en la revista científica Current Biology, ha arrojado nueva luz sobre el origen de esta dificultad de aprendizaje que afecta a entre un 4% y un 10% de la población. Los resultados apoyan la noción de que el déficit de la lectura y la ortografía -caracterizado por la incapacidad para fragmentar las palabras en los distintos sonidos que los componen- se debe en parte a la falta de una adecuada integración de las letras con sus sonidos correspondientes.
Vera Blau, Nienke van Atteveldt, Michel Ekkebus, Rainer Goebel y Leo Blomert, de la Univesidad de Maastricht, son los autores del artículo Reduced Neural Integration of Letters and Speech Sounds Links Phonological and Reading Deficits in Adult Dyslexia (Current Biology 19, 1–6, March 24, 2009). Los investigadores examinaron la actividad en el cerebro de adultos disléxicos y lectores normales mediante el uso de imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI, en sus siglas en ingés). "Los adultos con dislexia del estudio tenían suficiente experiencia en la lectura como para una correcta coincidencia con las letras y lo sonidos", ha explicado Vera Blau, "sin embargo, los resultados muestran que la forma en que el cerebro integra las letras y los sonidos es muy diferente en dislexicos adultos de los casos de los lectores normales. Es bastante asombroso".
En este estudio los adultos disléxicos mostraron una menor activación de una región del cerebro conocida como la corteza temporal superior.



"Las conclusiones apuntan a un déficit neuronal de la integración de los sonidos con las letras como un mecanismo fundamental que podría servir para distinguir a los pobres de los buenos lectores", ha explicado Blau. "Esa dificultad en la integración de la mayoría de las unidades básicas de la lengua escrita y hablada podría ofrecer una prometedora relación entre una bien documentada dificultad en el procesamiento de los sonidos del lenguaje (fonología) y el problema de la lectura en sí", ha añadido.

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martes, 10 de marzo de 2009

A propósito de "Un caso de ceguera congénita para las palabras"

Si bien la primera descripción de un caso de dislexia data del año 1877 por Kussmaul quien describió el caso de un paciente que había perdido su capacidad de leer (Dislexia adquirida) y lo denominó ceguera verbal (caecitas syllabaris et verbalis), el primer caso publicado en la literatura científica de un caso de dislexia evolutiva se lo debemos a Pringle Morgan: A case of congenital word blindness (BMJ 1896; ii: 1378).



La verdad es que a Pringle Morgan sólo le faltó ponerle el nombre de dislexia, término que debemos al oftalmólogo alemán Rudolf Berlin: Über Dyslexie (Archiv fur Psychiatrie 1884, vol. 15, 276-278) que la había descrito unos años antes. Sin embargo, la descripción de Pringle Morgan es tan sustanciosa que no hemos dudado en reproducir aquí algunos fragmentos de dicho artículo.
PERCY F., es un muchacho de 14 años de edad, el segundo hijo de siete hermanos de padres inteligentes y el mayor de los chicos. Él siempre ha sido un chico brillante e inteligente, rápido en los juegos, y de ninguna manera inferior a los de su edad. Su gran dificultad ha sido -y sigue siendo- su incapacidad para aprender a leer. Esta incapacidad es tan notable, y tan pronunciada, que no tengo ninguna duda de que se deba a algún defecto congénito.
Tras describir algunos ejemplos de los errores ortográficos, continúa el autor:
Él conoce todas las letras y puede leerlas y escribirlas. En los dictados su escritura fracasa aun en el caso de las más simples palabras. (...) En el caso de que se le pidiera que leyese una frase que había escrito inmediatamente antes, no podía hacerlo, cometiendo errores en cada palabra, excepto las muy simples. Palabras tales como "y" y "el" siempre eran reconocidas.
Percy no tenía problema alguno con el cálculo superando correctamente las pruebas a las que le sometió Pringle Morgan. Dice que es aficionado a la aritmética, y no encuentra ninguna dificultad, pero que las palabras escritas "no tienen sentido para él" y mi examen me convence de que es correcta su propia opinión. Las palabras escritas o impresas parecen no transmitir ninguna impresión a su mente y es sólo después de una laboriosa ortografía que sea capaz, por los sonidos de las letras, descubrir su significado. Su memoria de las palabras escritas o impresas es tan defectuosa que sólo puede reconocer las más simples: "y", "la", "de", etc. Otras palabras parece que nunca se acuerde, no importa la frecuencia con que las haya utilizado.
Las conclusiones que extrae Pringle Morgan del caso de Percy son muy interesantes ya que se atreve a precisar en qué región del cerebro podría encontrarse la causa de esta ceguera congénita verbal, así como el comentario del maestro de Percy de que no tenía ninguna duda sobre el aprendizaje de este si la enseñanza fuese oral. Finalmente, el autor hace referencia a que el padre de Percy tuvo alguna dificultad con las letras cuando era pequeño.
Él parece no tener el poder de preservar y almacenar la impresión visual producida por las palabras-, por lo tanto, estas, aunque las haya visto, no tienen ningún significado para él. Su memoria visual para las palabras es defectuosa o ausente, lo que equivale a decir que es lo que ha denominado Kussmaul "ciego para las palabras" (crecitas syllabaris et verbalis).
Los casos de ceguera para las palabras son siempre interesantes, y este caso es, creo, especial. Es único, por lo que yo sé, en la medida en que no se deriva de ninguna lesión o enfermedad, pero es evidentemente congénito, y muy probablemente debido a defectos de desarrollo de alguna región del cerebro, el mismo que la enfermedad que reproduce en los adultos prácticamente los mismos síntomas, esto es, la circunvolución angular izquierda.
Puedo añadir que el niño es brillante y de inteligencia media en la conversación. Sus ojos son normales, no hay hemianopsia, y su visión es buena. El maestro que le ha enseñado durante algunos años dice que él sería el muchacho más inteligente en la escuela si la enseñanza fuera totalmente oral. Sería interesante ver qué efecto tendría esta enseñanza sobre su condición.
Su padre me contó que la mayor dificultad que él tuvo fue el aprendizaje de las letras, y que pensaba que nunca las aprendería. No cabe duda de que fue originalmente una ceguera para las letras (caecitas litteralis), pero a fuerza de constancia llegó a superarlo
.

Pese a estar escrito hace más de cien años, excepto por los cambios que ha habido en la terminología, el artículo de Pringle Morgan sigue teniendo una extraordinaria vigencia.

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miércoles, 4 de marzo de 2009

Del lapsus linguae de Zapatero

Como sabéis, la noticia del gazapo cometido ayer por el Presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero,durante la rueda de prensa en la que explicaba varios acuerdos suscritos con su homólogo ruso Dmitri Medvédev, se convirtió en la noticia del día.
Hemos hecho un acuerdo para estimular, para favorecer, para follar... para apoyar ese turismo, se le oyó decir al líder del PSOE tal y como recogen prácticamente todos los medios de comunicación. A las pocas horas del desliz, el vídeo estaba colgado en YouTube y recibió cientos de miles de visitas según ABC.
No sería de extrañar que en un futuro no muy lejano, se utilizase como argumento de una posible dislexia del actual Presidente de Gobierno; y nos referimos a una dislexia más allá de la dislexia política, término acuñado por algunos políticos y periodistas que nos parece desacertado; y no precisamente porque se le atribuya a Rodríguez Zapatero.
Dejando a un lado la divertida anécdota, queríamos tratar del diagnóstico de las Dificultades de Apendizaje (DA) y de los problemas que plantea éste. Si se han propuesto hasta 11 definiciones históricas de las DA, al igual que sucede con la dislexia, el resultado de la evaluación dependerá de la definición que usemos. El Profesor Lagae, de la Facultad de Mdicina de la Universidad de Leuven, en una reciente revisión (Pediatr Clin N Am 2008; 55:1259-68), nos propone una explicación para comprender las Dificultades de Apendizaje basado en un esquema de la doctora Frith (Dev Neuropsychol 2001; 20:555-63) y que hemos adaptado al español.



Según este esquema, pueden plantearse las DA en tres niveles distintos, según los diferentes profesionales implicados. El primer nivel, el del comportamiento del niñ@, haría referencia a los problemas detectados, fundamentalmente, en la escuela. Desde el punto de vista de la intervención, se trataría del nivel más importante de cara al diseño de las estrategias más apropiadas en cada caso así como el seguimiento de las mismas.
En un segundo nivel, los problemas son identificados y evaluados con baterías de tests neuropsicológicos apropiados para la detección de las diferentes categorías de DA: dislexia, discalculia, TDAH, etc. A este nivel se pueden diseñar estrategias de intervención que puedan ser evaluadas de acuerdo al método científico.
En el tercer nivel, las bases neurobiológicas de las DA son desentrañadas por medio de estudios científicos de índole genética o de neuro imagen. Lo interesante de este planteamiento es como, utilizando un código de colores se nos hace más representativo el valor individual del diagnóstico (verde) frente a la evidencia científica (rojo) del conocimiento de las DA. Como podemos apreciar en el esquema, el balance entre ambas cuestiones se encuentra más compensado en el segundo nivel, el neuropsicológico.
Es por esto por lo que solemos encontrar desproporciones en cuanto a la incidencia de las DA dependiendo del nivel de donde proceda la información junto con la definición usada. Basándonos en estudios meramente conductuales (1º nvel), la incidencia y prevalencia de las diferentes DA será más elevado que si utilizamos baterías de test neuropsicológicos (2º nivel) o técnicas de neuro imagen (3º nivel) restrngidas actualmente a la investigación.

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